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Deseo ver a Jesús

Alabando a Jesús independientemente de nuestras circunstancias

Escritura: "¿Qué quieres que haga por ti?" le preguntó. "Rabí, quiero ver" respondió el ciego. (Marcos 10:51 - NVI).


¿No es éste un precioso ramo de flores? ¿Pueden imaginarse el ser ciego y no poder ver la belleza de cosas como estas preciosas flores? El don de la vista es uno de los dones más preciados que Dios nos ha dado. Hay una historia en la Biblia de un hombre llamado Bartimeo. Él nunca había podido ver la belleza de un ramo de flores porque era ciego. Un día, estando sentado cerca del camino, escuchó el sonido de una multitud de pasaba frente a él. Le preguntó a alguien qué estaba pasando y le dijeron que Jesús estaba pasando por allí. Bartimeo había oído de Jesús y de cómo había sanado a muchos ciegos. Comenzó a llamar a Jesús. Algunos en la multitud trataron de hacer que Bartimeo se callara, pero no lo hizo. Jesús escuchó la voz de Bartimeo llamándole y parándose le preguntó: "¿Qué deseas que haga por tí?" "¡Maestro, deseo ver!", respondió Bartimeo. "Ve", dijo Jesús, "tu fe te ha sanado." La Biblia nos dice que inmediatamente, Bartimeo recibió la vista. Esta es una historia maravillosa, ¿no es cierto? Desgraciadamente las historias acerca de ciegos no siempre terminan de esa manera. Hay muchas personas ciegas que desean ver y sin embargo nunca son sanadas. Fanny Crosby era una de esas personas. Cuando Fanny tenía solo seis semanas de nacida, quedó ciega debido a una enfermedad. Aunque fue ciega por el resto de su vida, Fanny no era una persona agriada o quejosa. En vez de eso vivió su vida utilizando los otros dones que Dios le había dado. Ella tenía un don precioso para escribir poemas y durante toda su vida escribió más de 8,000 poemas. A algunos de sus poemas se le puso música y mucho de ellos todavía están en nuestros himnarios. Una vez un ministro bien intencionado le dijo a Fanny: "Creo que es una pena que el Maestro no te diera vista cuando te ha dotado de tantos otros dones". "¡Oh no!", dijo Fanny. "Si sólo tuviera una petición que hacer, pediría el nacer ciega". "¿Por qué?, preguntó el ministro muy sorprendido. "Porque cuando llegue al cielo, la primera cara que estos ojos ciegos verán es la cara de Jesús, mi Salvador", respondió Fanny. Algunos, como Bartimeo, recibirán el don de la vista. Otros, como Fanny Crosby, son ciegos toda su vida. Pero una cosa es cierta, cuando lleguemos al cielo, todos veremos a Jesús. Querido Padre, te damos gracias por el don de la vista, pero más que eso, te damos gracias porque un día te veremos en el cielo. En el nombre de Jesús oramos.

Amén.

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