¿Es este Jesús o es un espíritu?
Jesús se les aparece a los discípulos
Escritura: "Todavía estaban ellos hablando acerca de esto, cuando Jesús mismo se puso en medio de ellos y les dijo: "Paz a ustedes." Aterrorizados, creyeron que veían a un espíritu" Lucas 24:36-37
Recuerdo en ocasiones cuando era jovencito e iba a acampar. Una de las actividades favoritas en esas salidas era sentarse alrededor de una fogata por la noche y escuchar historias que dieran miedo, de fantasmas, de espíritus. Aun cuando me decía "los fantasmas no existen," eso no quería decir que no sintiera miedo con alguna de esas historias, a veces un miedo tremendo, haciendo muy difícil el reconciliar el sueño.
Esto parece una manera rara de comenzar una lección bíblica, pero aún en tiempos bíblicos, algunas personas creían en fantasmas o espíritus y les tenían miedo. La historia bíblica de hoy es un ejemplo de ello.
La historia comienza después que dos hombres habían ido por un camino hacia un lugar llamado Emaús. Habían estado discutiendo los eventos ocurridos en los días anteriores, comenzando con la crucifixión de Jesús. Mientras iban de camino, se añadió un hombre a su grupo. No reconocieron que ese hombre era Jesús. Hay mucho más sobre esta historia, pero es suficiente saber que él finalmente se les reveló y ellos reconocieron que ese hombre era Jesús. Estaban tan excitados al verlo y saber que estaba vivo que regresaron a Jerusalén en ese mismo momento.
Los dos hombres encontraron a los discípulos de Jesús y comenzaron a contarle lo que habían visto. La Biblia nos dice que mientras ellos les estaban refiriendo estas cosas, Jesús mismo se les apareció y les dijo: "Paz a vosotros." ¿Crees que los discípulos sintieron paz? ¡No! La Biblia nos dice que estaban atemorizados, llenos de miedo, ¡pensando que estaban viendo un espíritu!
Jesús les habló nuevamente. "¿Por qué se asustan tanto? ¿Por qué les vienen dudas? Miren mis manos y mis pies. ¡Soy yo mismo! Tóquenme y vean; un espíritu no tiene carne ni huesos, como ven que los tengo yo.
Como ellos no acababan de creerlo, les preguntó: "¿Tienen aquí algo de comer?" Le dieron un pedazo de pescado asado, así que lo tomó y se lo comió delante de ellos. Eso era una prueba adicional de que no estaban viendo un espíritu. Un espíritu no necesita alimentarse.
Los discípulos habían visto morir a Jesús. Ellos habían visto a Jesús ser puesto en una tumba. ¡Pero ahora veían a Jesús vivo! No solo lo vieron ese día sino por 40 días más estuvieron con Él. Viéndole y hablando con él. Lo vieron participar de los alimentos. ¡No estaban viendo a un espíritu! Esos mismos discípulos fueron por el mundo contando la historia de la crucifixión, muerte y resurrección de Jesús. Nunca dejaron de contar la historia.
Tú y yo hemos sido llamados para contar la historia tal como lo hicieron esos discípulos. Tenemos que ser testigos de Jesús también. Debemos contarle al mundo que Jesús está vivo
Padre, servimos a un Salvador resucitado. ¡Él vive! Ayúdanos a ser testigos de lo que él ha hecho en nuestras vidas. En el nombre de Jesús oramos.
Amén.