Juega para quedártelas
¿Qué aprovechará al hombre si ganare todo el mundo, y perdiere su alma?
Escritura: Y llamando a la gente y a sus discípulos, les dijo: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame. Porque todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda su vida por causa de mí y del evangelio, la salvará. Porque ¿qué aprovechará al hombre si ganare todo el mundo, y perdiere su alma? (Marcos 8:34-36)
Cuando era niño, uno de mis juegos favoritos era el de canicas. Ahora no se ven tantos niños jugando canicas como antes. Algunos de ustedes pueden no saber cómo jugar el juego. Déjenme explicarles cómo se jugaba con canicas en mi tiempo.
Primero hacías un círculo en la tierra. Luego cada jugador ponía igual número de canicas en el círculo. Los jugadores tomaban turnos tirando una canica como ésta (demostrar) tratando de chocar las canicas para sacarlas fuera del círculo. Cuando sacaba una bola del círculo, el jugador la cogía y se la ponía en su bolsillo. Si la canica con la cual tiraba se quedaba dentro del círculo, el jugador podía seguir jugando, pero si se salía del círculo, entonces le tocaba el turno al otro jugador. Cuando todas las canicas se sacaban del círculo, cada jugador contaba sus canicas y el que más tuviera, ese era el ganador.
Antes de que comenzara un juego de canicas pudiera ser que uno de los jugadores preguntara: "¿Estamos jugando para divertirnos o para quedarnos con las canicas?" Si juegas por divertirte, al finalizar el juego, el ganador le devuelve al otro jugador sus canicas. Pero si es para quedarse con las canicas, el ganador se queda con todas las canicas que haya ganado.
Algunas personas viven sus vidas como si fuera un juego de canicas. Pasan toda su vida tratando de ser el que más canicas tenga. Piensan que ser la persona con la casa más grande, el del carro del último modelo y la cuenta bancaria más grande significa que es el ganador. Pueden pensar que están jugando para quedarse con todas sus canicas (posesiones) pero al finalizar su vida, ¿sabes cuántas de esas canicas se llevarán con ellos? Ninguna. Se han pasado toda su vida tratando de poseerlo todo y al final se quedan con nada.
Jesús dijo que para ser verdaderos ganadores tenemos que desear dejar todo y seguirlo a Él. Cuando seguimos a Jesús, puede ser que no tengamos muchas cosas que otras personas puedan pensar que son importantes. Puede ser que no vivamos en una casa grande, o no tengamos un carro último modelo, pero tendremos algo que es mucho más valioso que todo eso, tendremos tesoros en los cielos. Cuando lleguemos al cielo tendremos una mansión esperando por nosotros para que nos mudemos a ella y caminaremos por calles de oro. Lo mejor de todo es que tendremos vida eterna con Jesús. ¿Ves?, cuando le damos nuestra vida a Jesús, Él juega para quedarse con nosotros.
Algunas personas darían todo lo que tienen por tener más posesiones. Pero Jesús dijo: ¿Qué de bueno tendría el ganar todo lo que hay en el mundo si al morir perderían su alma?
Querido Padre, ayúdanos a darnos cuenta de que la única vida que perdura es la vida que se vive en Ti.
En el nombre de Jesús oramos.
Amén.