Como último, envió a Su Hijo
- Cristian Rodríguez
- 4 oct 2017
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Recibimos el perdón de Dios por medio de Su Hijo.
Escritura: Los labradores malvados
Oíd otra parábola: Hubo un hombre, padre de familia, el cual plantó una viña, la cercó de vallado, cavó en ella un lagar, edificó una torre, y la arrendó a unos labradores, y se fue lejos.Y cuando se acercó el tiempo de los frutos, envió sus siervos a los labradores, para que recibiesen sus frutos.Mas los labradores, tomando a los siervos, a uno golpearon, a otro mataron, y a otro apedrearon. Envió de nuevo otros siervos, más que los primeros; e hicieron con ellos de la misma manera. Finalmente les envió su hijo, diciendo: Tendrán respeto a mi hijo.Mas los labradores, cuando vieron al hijo, dijeron entre sí: Este es el heredero; venid, matémosle, y apoderémonos de su heredad.Y tomándole, le echaron fuera de la viña, y le mataron.Cuando venga, pues, el señor de la viña, ¿qué hará a aquellos labradores?Le dijeron: A los malos destruirá sin misericordia, y arrendará su viña a otros labradores, que le paguen el fruto a su tiempo.Jesús les dijo: ¿Nunca leísteis en las Escrituras: La piedra que desecharon los edificadores, Ha venido a ser cabeza del ángulo. El Señor ha hecho esto, ¿Y es cosa maravillosa a nuestros ojos? Por tanto, os digo, que el reino de Dios será quitado de vosotros, y será dado a gente que produzca los frutos de él.Y el que cayere sobre esta piedra será quebrantado; y sobre quien ella cayere, le desmenuzará.Y oyendo sus parábolas los principales sacerdotes y los fariseos, entendieron que hablaba de ellos.Pero al buscar cómo echarle mano, temían al pueblo, porque éste le tenía por profeta. – Mateo 21:33-46

Las bombillas son tan comunes en el día de hoy que ni siquiera pensamos en ellas. Si estuviera cambiando una bombilla y se me cayera y rompiera, no me preocuparía. Sencillamente iría a buscar otra. Pero eso no ha sido así siempre.Escuché una historia de cuando Thomas Edison estaba trabajando para inventar este dispositivo loco llamado bombilla. Un equipo de hombres estuvo trabajando veinte y cuatro horas para lograr armar una sola bombilla. La historia contada es que cuando el equipo de Edison terminó con esa bombilla, él se la dio a un muchacho para que la llevara a la planta superior. Paso a paso, llevaba la bombilla con mucho cuidado temiendo que se le fuera a caer esta joya. Probablemente puedes adivinar qué pasó, al pobre muchacho se le cayó la bombilla desde la parte superior de las escaleras. Le tomó otras veinte y cuatro horas al equipo para hacer otra bombilla. Finalmente, cansado y listo para tomar un corto descanso, Edison estaba listo para que su bombilla fuera llevada a la planta alta. Se la dio al mismo joven que había dejado caer la primera. Eso es perdonar de verdad. ¡El Sr. Edison le dio al muchacho otra oportunidad!Dios nos ofrece esa misma clase de perdón. ¡Él le ofrece a cada persona una segunda oportunidad...y una tercera!Jesús contó la historia de un hombre que era dueño de algunas fincas. Sembró uvas en la finca y luego se las alquiló a algunos hombres para que cuidaran de ella mientras él viajaba.Cuando vino el tiempo de la cosecha, de recoger las uvas, el dueño envió a algunos de sus sirvientes a recoger la parte de la cosecha que le correspondía. Los hombres que habían alquilado la tierra golpearon a unos y hasta mataron a otro. Ellos se negaron a darle al dueño lo que le correspondía.Por segunda vez el dueño envió a sus sirvientes a recoger lo que le debían. Nuevamente los sirvientes fueron tratados como habían sido tratados los primeros.Finalmente, el dueño envió a su propio hijo donde los labradores que estaban alquilando las tierras. Pensó que sin duda alguna los labradores escucharían a su hijo. Pero cuando vieron al hijo, dijeron: "Este es el hijo del dueño, matémosle y tomemos su herencia".Jesús les preguntó a los hombres que estaban escuchando su historia: "¿Qué piensan que el dueño hará con esos hombres?""Él destruirá a esos hombres malvados, y alquilará su tierra a otros que le den lo que es de él cuando venga el tiempo de recoger la cosecha", contestaron los que estaban escuchando. En esta historia que Jesús dijo, el dueño era Dios. Dios envió primeramente a hombres como Noé, Moisés, David, el profeta Isaías y otros para dejarle saber a las personas de su amor por ellos y para que dejaran los caminos de maldad, pero muchos no escucharon. Finalmente envió a su Hijo Jesús. ¿Sabes lo que le hicieron, ¿no? Así es, ellos lo crucificaron. Dios les dio una oportunidad. Les dio una segunda oportunidad...y una tercera. Pero cuando rechazaron a su hijo, esa fue la última oportunidad que les dio. Es nuestra última oportunidad también...de hecho, nuestra única oportunidad.Amado Padre, te damos gracias por envíanos a Jesús, tu único Hijo. Ayúdanos a recordar que él es nuestra única oportunidad para recibir la vida eterna. En el nombre de Jesús oramos.
Amén.