¿Sí o no? Una parábola de dos hijos
Fidelidad en nuestro servicio a Dios y a otros.
Escritura: Parábola de los dos hijos
Pero ¿qué os parece? Un hombre tenía dos hijos, y acercándose al primero, le dijo: Hijo, ve hoy a trabajar en mi viña.Respondiendo él, dijo: No quiero; pero después, arrepentido, fue. Y acercándose al otro, le dijo de la misma manera; y respondiendo él, dijo: Sí, señor, voy. Y no fue. ¿Cuál de los dos hizo la voluntad de su padre? Dijeron ellos: El primero. Jesús les dijo: De cierto os digo, que los publicanos y las rameras van delante de vosotros al reino de Dios.Porque vino a vosotros Juan en camino de justicia, y no le creísteis; pero los publicanos y las rameras le creyeron; y vosotros, viendo esto, no os arrepentisteis después para creerle. Mateo 21:28-32
¿Alguna vez tu mamá o tu papá te han pedido que les ayudes en el trabajo de la casa asignándote algunas tareas? Probablemente te haya ocurrido. Esta mañana te contaré la historia de un padre que tenía dos hijos llamados Juan y Guillermo. Un día el papá entró al cuarto de Juan y lo encontró haciendo un modelo de un avión. "Juan, tuvimos mucho viento anoche y hay hojas regadas por todo el patio. ¿Podrías recoger las hojas y ponerlas en estas bolsas de basura?" le preguntó su papá.
"Ay papá, no tengo tiempo de recoger las hojas. Estoy trabajando en este modelo de avión y realmente deseo terminarlo hoy", contestó Juan.
El padre se giró y salió del cuarto y fue a buscar a Guillermo. Encontró a Guillermo mirando la televisión. "Guillermo, hay muchas hojas en el patio. ¿Podrías por favor recoger las hojas y ponerlas en estas bolsas?" le preguntó el papá.
"Claro, con mucho gusto" le contestó Guillermo.
"¡Estupendo!" dijo el papá. "Dejaré el rastillo y las bolsas de basura en el patio".
Después que su papá se fue, Juan comenzó a pensar sobre lo que el papá le había pedido que hiciera. "Puedo recoger las hojas y todavía me sobrará tiempo para terminar mi avión" pensó Juan para sí. Salió y comenzó a recoger las hojas.
Cuando el papá regresó, vio que Juan estaba recogiendo las hojas. "¿Dónde está Guillermo?" preguntó.
"No sé. La última vez que lo vía estaba mirando la televisión" le respondió Juan.
Cuando papá entró a la casa, adivina lo que vio. ¡Allí estaba Guillermo, todavía sentado mirando la televisión! Me pregunto, ¿cuál de los dos hijos complació a su padre? ¿Juan, quien había dicho que no podía recoger las hojas, pero lo hizo, o William, quien dijo que las recogería, pero no lo hizo?
En nuestra historia bíblica de hoy, Jesús contó de una situación similar para demostrar cómo diferentes personas obedecen el mandato de Dios. En la parábola de los dos hijos que Jesús contó, un padre les pide a ambos hijos que vayan y trabajen en la viña (lugar donde se dan las uvas). Al igual que los dos niños en mi historia, un hijo le dijo "No", pero fue y trabajó. El otro hijo le dijo "Sí", pero no fue. Al contar la historia, Jesús desea que nos demos cuenta de que lo que hacemos es más importante que lo que decimos que vamos a hacer. Jesús desea que contestemos ¨Sí" cuando dice "Ámense los unos a los otros", pero lo que realmente desea es que nos amemos los unos a los otros. Jesús desea que le contestemos "Sí" cuando él dice "Sígueme", pero lo que realmente desea es que le sigamos. Esa es la clase de persona que deseo ser. ¿Es esa la clase de niño que deseas ser?
Padre, a veces decimos "Sí" pero nuestras acciones dicen "No". Ayúdanos a ser fieles al hacer lo que nos has encomendado. En el nombre de Jesús oramos. Amén.